Errores que cometemos en la ducha
LIFESTYLE,  TRUCOS

6 errores que solemos cometer cuando nos duchamos.

Ducharse es como cepillarse los dientes. Lo hacemos todos los días y generalmente ni siquiera lo pensamos. Un error, porque es posible que algunas cosas las estemos haciendo mal: desde la temperatura incorrecta del agua hasta usar los productos de cuidado incorrectos, especialmente cuando se trata de nuestras partes más íntimas. En este post te contamos cuáles son los errores más importantes que cometemos en la ducha y cómo puedes evitarlos a partir de ahora.

En verano e invierno, la ducha de por la mañana o de por la noche es uno de los momentos más placenteros del día. El agua que golpea nuestro cuerpo, además del gel de ducha y su fragancia es simplemente maravilloso.

Pero desafortunadamente, la buena sensación no dura mucho tiempo, porque tan pronto como estamos secos, la piel comienza a tensarse y nos salen manchas rojas en los puntos que acabamos de afeitarnos. La razón de estas dolencias no es otra que el hecho de llevar una rutina de ducha equivocada.

En este post te contamos lo qué probablemente estés haciendo mal en la ducha todos los días, y cómo puedes mantener ese momento de bienestar a partir de ahora durante todo el día.

Error de ducha nº 1: Te duchas con agua muy caliente.

Para muchos, la temperatura de la ducha solo es perfecta cuando una niebla cálida empaña las puertas de vidrio y el chorro caliente enrojece la piel. Pero ese es exactamente el primer error fatal que puedes cometer mientras te duchas.

Esto es un error porque el agua demasiado caliente seca la piel al llevarse demasiada grasa natural, promoviendo con ello la pérdida de humedad. Este es un gran problema, especialmente en invierno, porque el aire seco de la calefacción unido a las bajas temperaturas del exterior hacen que nuestra piel se vuelva irritable. Según la dermatóloga neoyorquina, Dra. Sejal Shah, lo ideal para no sufrir daños en la piel es que la temperatura del agua no sea superior a los 38°C.

Error de ducha nº 2: Usa gel de ducha «normal» para el área íntima.

Después de unos minutos maravillosos bajo el chorro de la ducha, buscas tu esponja para enjabonarte. Para la mayoría de nosotros, este proceso sigue un patrón fijo: primero las axilas, luego el pecho y el vientre y luego nuestra zona íntima. Pero para!¡Error!

Debido a que el área genital es muy sensible a la mayoría de los geles de baño, puede reaccionar con picazón o ardor, pero no solo eso: lavar el área genital con jabón normal también puede perturbar permanentemente la flora genital. El resultado: te vuelves más susceptible a las infecciones por hongos u otras enfermedades.

Normalmente, el pH en la zona íntima está entre 4.5 y 5.5 en el rango ácido. El ambiente ácido es importante para hacer la vida más difícil a los patógenos como los hongos y las bacterias. El problema: el valor de pH del jabón o gel de lavado normal es mucho mayor, es decir, de 8 a 11. Si nos lavamos con el producto equivocado, podemos destruir la barrera protectora natural de nuestra región íntima. Nunca debes lavar tu línea de bikini con gel de ducha normal, no lo olvides.

Error de ducha n° 3: Hacer una limpieza profunda de nuestra zona íntima.

Estamos preparadas y tenemos nuestro gel especial para zonas íntimas. Aquí viene el siguiente error que muchas de nosotras cometemos al ducharnos. Ser especialmente minuciosas y lavarnos por dentro.

Una idea que causa pavor entre los ginecólogos, porque el agua y las lociones de lavado que entran en la vagina pueden, como ya se mencionó, causar un gran daño. La limpieza desde el interior también es superflua porque la vagina tiene la capacidad de autolimpiarse sin que tengamos que interceder desde fuera. Por tanto cuando te laves en la ducha, solo por fuera, nunca por dentro. Y si necesitas refrescar un poco la zona durante el día, puedes hacerlo usando toallitas íntimas especiales.

Error de ducha n° 4: Utilizar la espuma de afeitar incorrecta para nuestra zona íntima.

Cuando nos depilamos la zona íntima solemos ponernos un poco de espuma de afeitar en el área, meter maquinilla y fin del problema. El error viene con la crema de afeitar: es buena para las axilas y las piernas, pero no para el área del bikini, porque al igual que con el gel de lavado, la espuma de afeitar también debe ajustarse al valor de pH de la zona para que no se irrite. De lo contrario, aparecen espinillas o inflamaciones dolorosas rápidamente. Por tanto en este caso también es importante utilizar una crema de afeitar especial que tenga un ph de entre 4.5 y 5.5.

Error de ducha n° 5: También te lavas los brazos y las piernas.

¿Eres tú también uno de los que jadea brazos y piernas en la ducha para que todo el cuerpo huela bien? Si es así, debes dejarlo a partir de hoy. Porque solo te aseguras de que tu piel se seque, se tense y te acabe picando. La piel de los brazos y las piernas puede retener la humedad aún peor que en otras partes del cuerpo. Así que mejor deja el gel de ducha y solo báñate con agua en esas zonas.

Error de ducha n° 6: Te duchas demasiadas veces.

Nos duchamos hasta 2 y 3 veces al día y nos tiramos una media de 15, 20 o incluso 30 minutos en la ducha. Otro error. Lo ideal es ducharnos una vez al día como máximo (si es cada dos días mejor) y estar, como mucho, unos 10 minutos. Piensa que cuanto más tiempo estés bajo la ducha, más se resecará su piel.

Cada segundo de más que pases duchándote, estarás dañando la capa protectora de grasa que hay en la superficie de la piel expuesta al agua. Así que sal de la cabina y zambúllete cuanto antes en tu toalla. Una vez fuera lo ideal es aplicar una loción corporal para hidratar la piel nuevamente. De esta manera, te mantendrás fresca todo el día.

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