ALIMENTACIÓN,  SALUD

¿Deberíamos eliminar el aceite de palma de nuestra dieta?

El aceite de palma ha emergido como un tema candente y controvertido cuando se trata de su influencia en la salud y su alcance en el panorama ambiental.

Este aceite vegetal, conocido por su adaptabilidad, por ser económico y por prolongar la vida útil de los productos alimenticios, se ha convertido en un componente esencial en la industria alimentaria a nivel global. No obstante, esta prominencia también ha suscitado una serie de inquietudes, tanto en relación con sus posibles implicaciones para la salud humana como con su huella ambiental.

Pero ¿Por qué se ha demonizado el aceite de palma?

La demonización del aceite de palma se ha producido debido a una combinación de factores relacionados con la salud humana, el medio ambiente y la ética en la producción. A continuación, se detallan algunas razones clave detrás de esta percepción negativa:

  1. Contenido de Grasas Saturadas: El aceite de palma es conocido por tener un alto contenido de grasas saturadas. Históricamente, las grasas saturadas se han asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas debido a su capacidad para aumentar los niveles de colesterol LDL (colesterol «malo») en la sangre. Esta asociación ha contribuido a la preocupación sobre el consumo de aceite de palma, especialmente en un contexto de creciente conciencia de la salud cardiovascular.
  2. Ácidos Grasos Trans: Si bien el aceite de palma en su forma natural no contiene ácidos grasos trans, durante el proceso de refinamiento pueden formarse pequeñas cantidades de estos ácidos grasos dañinos. Los ácidos grasos trans han sido relacionados con problemas de salud, incluyendo un mayor riesgo de enfermedades cardíacas. Aunque las cantidades en el aceite de palma refinado suelen ser bajas, esta asociación ha agregado preocupación.
  3. Deforestación y Impacto Ambiental: La expansión de las plantaciones de palma ha sido responsable de la deforestación y la degradación de hábitats naturales en regiones tropicales, contribuyendo a la pérdida de biodiversidad y a la emisión de gases de efecto invernadero. Esta preocupación ambiental ha llevado a la crítica de prácticas insostenibles en la producción de aceite de palma y a un llamado a la adopción de métodos más responsables.
  4. Ética y Derechos Humanos: En algunas áreas, la producción de aceite de palma ha estado relacionada con violaciones de los derechos laborales y humanos, incluyendo condiciones de trabajo precarias, explotación infantil y desplazamiento de comunidades indígenas. Estos problemas éticos han aumentado la percepción negativa del aceite de palma y han llevado a llamados para una producción más ética y justa.
  5. Campañas de Concienciación: Las organizaciones y los medios de comunicación han llevado a cabo campañas para aumentar la conciencia pública sobre los problemas asociados con el aceite de palma. Estas campañas a menudo se centran en los aspectos negativos mencionados anteriormente, lo que ha contribuido a la percepción general de que el aceite de palma es problemático.

Aceite de Palma y cancer

Pero sin duda, la mayor preocupación de la gente con respecto al aceite de palma se debe a sus continuas relaciones con el cancer. Y es que un grupo de científicos pertenecientes al Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona ha difundido un estudio a través de la prestigiosa revista Nature que detalla cómo el ácido palmítico, una de las grasas predominantes en el aceite de palma, contribuye al desarrollo de metástasis en casos de cáncer, fenómeno que constituye el origen del 90 % de las fatalidades vinculadas a esta enfermedad.

Este reciente estudio desvela cómo una dieta rica en ácido palmítico perturba el genoma de las células cancerosas y aumenta la probabilidad de propagación metastásica. En consecuencia, se evidencia que las células de tumores orales y melanomas, obtenidas de pacientes, al ser expuestas a una dieta rica en este ácido, adquieren una capacidad acentuada para generar metástasis en ratones, incluso tras un breve periodo de exposición. Esto se debe a que las alteraciones generadas por este ácido graso en el genoma de las células metastáticas se vuelven permanentes.

Además, los investigadores han identificado indicadores de la exposición al ácido palmítico en las células tumorales. Este cambio conduce a que estas células mantengan una capacidad metastásica mayor, incluso meses después de haber estado expuestas a dicho ácido graso, lo que podría estar relacionado con una mayor predisposición de estas células tumorales a propagarse a través del sistema nervioso.

A diferencia de otros tipos de aceites, los resultados del estudio sugieren que una dieta rica en aceite de palma podría ser perjudicial para el desarrollo del cáncer, incluso en una etapa temprana en la que el tumor primario aún no ha sido detectado. Curiosamente, la capacidad expansiva y colonizadora no está vinculada al consumo de ácido oleico (prevalente en el aceite de oliva) o ácido linoleico (característico de la linaza).

Estos resultados indican que la agresividad del cáncer no solo está relacionada con el metabolismo de las grasas, sino también con las modificaciones epigenéticas que ocurren en las células tumorales cuando son expuestas al ácido palmítico.

¿Qué hacer entonces?

Ante la controversia y los diversos puntos de vista en torno al aceite de palma y su posible impacto en la salud y el medio ambiente, es importante mantenerte informada sobre los últimos hallazgos científicos y las opiniones de expertos en el campo de la nutrición y la salud.

En este caso te recomendamos moderar su consumo y hacerlo en el contexto de una dieta equilibrada y variada. Es importante que leas las etiquetas de los alimentos con atención para identificar aquellos que tengan presencia de aceite de palma y buscar alternativas que utilicen aceites más saludables en su lugar como el aceite de oliva, el aceite de coco, el aceite de aguacate o el aceite de canola. Estos aceites a menudo se consideran opciones más beneficiosas para la salud cardiovascular.

Si decides consumir productos con aceite de palma, busca aquellos que sean certificados como «sostenibles» por organizaciones confiables, como la Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible (RSPO), que promueve prácticas agrícolas responsables.

Lo ideal es priorizar una dieta basada en alimentos integrales, como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y fuentes saludables de grasas. Estos alimentos proporcionan una variedad de nutrientes esenciales y beneficios para la salud.

No obstante como te decimos siempre, si tienes preocupaciones específicas sobre tu dieta o tu salud, considera hablar con un profesional de la salud que pueda brindarte orientación personalizada basada en tus necesidades y objetivos individuales.