
¿Es posible quemar grasa específicamente del abdomen?
¿Por qué almacenamos grasa?
Primero tienes que entender cómo se almacena la grasa. En pocas palabras, las células grasas (adipocitos) en nuestro cuerpo absorben los ácidos grasos de los alimentos y los almacenan como reservas de energía. Este proceso fue vital para nuestros antepasados en tiempos de escasez, dado que ante una emergencia, las reservas de grasa les servían como garantía de supervivencia y los salvaban del hambre durante varias semanas. Sin embargo, siglos más tarde, nuestro cuerpo sigue almacenando grasa mucho más rápido de lo que la quema, aferrándose a sus reservas.
Este efecto se vuelve perjudicial cuando absorbemos más calorías en las comidas que las que quemamos a través de nuestro estilo de vida o deporte. El cuerpo no solo usa la energía de los alimentos directamente para cubrir su metabolismo básico, sino que también almacena el exceso de calorías como reserva de energía. Como resultado de este proceso ganamos peso.
¿Cuándo se quema la grasa?
Es un error pensar que la grasa solo se quema después de 30 minutos de ejercicio. Nuestro cuerpo usa carbohidratos y grasas para generar energía. La proporción de la fuente de energía respectiva depende de la relación entre la cantidad exhalada de dióxido de carbono y la cantidad de oxígeno absorbido o cociente respiratorio.
Cuanto más baja es la producción de dióxido de carbono en relación con la ingesta de oxígeno, más grasa usará nuestro cuerpo para obtener energía. En otras palabras, cuanto más extenuante es el entrenamiento, menos grasa se quema en relación con la cantidad de carbohidratos.
Pero eso no significa que el entrenamiento de alta intensidad sea menos eficiente para quemar grasa. Por el contrario, si logras acelerar a fondo durante media hora, en proporción quemarás menos grasa que carbohidratos, pero en total más que con un entrenamiento moderado de la misma duración .
¿Se puede perder peso de la zona del vientre trabajando el abdomen?
La grasa se almacena en las células en forma de triglicéridos. Si es necesario el ejercicio físico para conseguirlo, dado que este hará que se descompongan en ácidos grasos y glicerina, que el cuerpo puede usar para generar energía.
El tema es que, cuando estamos entrenando específicamente el abdomen, los ácidos grasos que nuestro organismo transforma en energía pueden proceder de cualquier depósito de grasa del cuerpo y no específicamente del área que estás entrenando.
Un estudio realizado por la Universidad de Southern Illinois, Edwardsville, que se dedicó a la pregunta formulada anteriormente, descubrió que 12 semanas de entrenamiento abdominal puro, no tuvieron ningún efecto sobre las reservas de grasa del abdomen de los sujetos participantes en el estudio a pesar de que su resistencia muscular había mejorado.
En una prueba, investigadores de la Universidad de Los Lagos en Chile llegaron a la conclusión de que este efecto no solo se aplica a la grasa abdominal. A los sujetos solo se les permitió entrenar su pierna dominante en una prensa de piernas durante un período de 12 semanas.
Resultó que la distribución de grasa en las piernas no se modificó después del experimento a pesar de que los sujetos de prueba habían perdido algo de tejido graso. Por tanto se puede decir que la grasa que se usa para generar energía procede de todas las partes del cuerpo y que la quema de grasa dirigida no es posible.
¿Cómo podemos entonces perder grasa del abdomen?
Ya hemos aclarado anteriormente que la grasa corporal no se puede quemar en áreas específicas. Por supuesto, eso no significa que no puedas deshacerse de tu grasa abdominal. La clave está en adoptar un enfoque holístico, basado en tres principios:
1. Estilo de vida
Un estudio a gran escala que tenía como objetivo investigar como afectaba un estilo de vida sedentario en el peso corporal encontró que un aumento en el número de horas que los sujetos permanecían sentados se asoció con un aumento de la grasa corporal entre los sujetos.
Por tanto si queremos perder grasa es necesario permanecer menos tiempo sentados y movernos más, subir las escaleras en lugar de coger el ascensor y, en general, integrar más actividad física en tu vida cotidiana.
2. Nutrición
Otro estudio que comparaba la dieta y el ejercicio demostró la importancia de ésta a la hora de perder grasa corporal. Los sujetos puestos a dieta, al cambiar a una dieta baja en calorías y baja en grasas, perdieron un 8.5% más que el grupo de comparación, que se suponía que debía perder peso solo con el ejercicio. Sin embargo, aquellos que combinaron deporte y nutrición fueron los que más perdieron, con un 10,8%.
3. Deporte
Como veíamos en el punto anterior, una combinación de ejercicio y nutrición ha sido capaz de lograr los mejores resultados en el entorno de prueba de pérdida de peso. Sin embargo, a muchas personas les resulta difícil mantener ese ritmo. Lo ideal en estos casos es mantener una rutina deportiva moderada y, sobre todo, orientada al estilo de vida de cada uno.
De este modo es más probable que la persona pueda alcanzar el éxito. Entonces, en lugar de enfocarse en las tendencias en el mercado y meterte en deportes como el fitness o el crossfit debido a la presión social, en su lugar, es mejor que trabajes para encontrar una rutina que puedas seguir a largo plazo No importa si es senderismo, natación o entrenamiento de intervalos de alta intensidad.
Conclusión
Nuestro tejido adiposo es como una bañera llena: No se puede extraer agua de una esquina. Todo lo que puedes hacer es reducir el volumen total deslizándolo continuamente. A través del entrenamiento de fuerza dirigido puedes moldear ciertas partes del cuerpo y perderás peso permanentemente sobre el vientre.

