Todo lo que deberías saber sobre el cafe
ALIMENTACIÓN,  SALUD

Todo lo que deberías saber sobre el cafe

El café es una de esas bebidas que se ha convertido para muchos en fundamental para poder arrancar cada mañana, sobre todo los lunes. Sé que hay algunos días en los que sientes que necesitas un café para poder seguir adelante y otras veces en las que te sientes muy bien sin él.

Aunque tomar una taza de café al día o de vez en cuando no sea del todo malo para ti, considero que es importante que seas consciente de lo que estás dándole a tu cuerpo, especialmente si lo tomas regularmente.

Te preguntarás si el café es bueno o malo para ti. Pues bien, he aquí algunas verdades acerca del café (de aspectos tanto positivos como negativos) que todos debiéramos conocer:

El café puede aumentar nuestra agudeza mental

Uno de los ingredientes activos del café, conocido por todos (¡y que nos gusta tanto!) es la cafeína, la cual es un estimulante. Cuando estamos cansadas y tenemos ganas de dormir, nuestro cerebro libera neurotransmisores (químicos cerebrales) que le dicen al cuerpo que es hora de descansar. Estimulantes como la cafeína, se interponen a menudo en este proceso, haciendo que estes más alerta y enfocada en algo.

Antes de que corras a tu cafetería más cercana y pidas 3 cafés para llevar, ten en cuenta que beber demasiado café no hará que te conviertas en Albert Einstein.

De hecho, para algunas personas, consumir demasiado café puede causar palpitaciones en el corazón, alterar el sistema nervioso o incluso generar dificultades a la hora de concentrarte. La clave de todo es la moderación. Sé consciente de cuánta cafeína estás consumiendo para que no te pases y acabes sintiéndote peor.

Es muy importante que escuches a tu cuerpo. Es importante comprender que estos neurotransmisores que tu cuerpo libera no son tu enemigo, están aquí para ayudarte a reconocer que es tiempo de bajar el ritmo.

Así que si estás constantemente bebiendo café para combatir el cansancio, estás impidiendo que tu cuerpo reconozca las señales de que necesita descansar. Esto puede, en cierto punto, conducir al cansancio extremo, y a que te sientas exhausta y puedas acabar enfermando.

Puede ser más que tan sólo “un estimulante”

Además de la cafeína ¿sabías que el café también contiene otras sustancias químicas naturales que pueden beneficiar al cuerpo? Un ejemplo de esto es el ácido cafeico, que es un antioxidante fuerte que protege contra los radicales libres. Para simplificar, estos “radicales libres” son unos pequeños compuestos químicos que pueden reaccionar con las células de tu cuerpo y que pueden generar daños graves.

Este daño puede causar envejecimiento prematuro y hacernos más vulnerables a ciertas enfermedades. Algunos estudios muestran de igual forma que el ácido cafeico también puede ayudar a reducir la inflamación.

Puede ser adictivo

Seguro que todas hemos experimentado lo bueno que es el café para despertarnos muy temprano por la mañana ¡o para sacarnos del bajón del medio día!

Si te consideras una bebedora frecuente de café (alguien que lo toma cada día o incluso varias veces al día), es posible que al cabo del tiempo tu cuerpo empiece a depender de él para funcionar correctamente. Esto puede ser una razón para preocuparse dado que dependes del café para estar despierta y alerta. Esta dependencia del café puede también dificultar el proceso de reducir el consumo de cafeína.

Ser consciente de cómo te sientes antes y después de beber café puede ser un buen indicador de cuánto depende tu cuerpo de él. Siempre es bueno ser consciente de tus hábitos antes de que se hagan difíciles de cambiar.

Puede influir en la absorción de nutrientes

¿Sabías que beber café puede tener un impacto negativo en la manera que tu cuerpo absorbe otros nutrientes? Investigaciones sugieren que beber café al mismo tiempo que consumimos alimentos puede de hecho interferir con la capacidad de tu cuerpo para absorber hierro. El hierro es un mineral importante, porque ayuda a transportar oxígeno a todas las células de tu cuerpo para que puedan funcionar.
Esto es importante porque la falta de hierro es muy común, especialmente en mujeres; así que para facilitar que tu cuerpo absorba el hierro presente en tu comida, se recomienda generalmente no tomar café mientras ingerimos alimentos. Esto no afecta a todo el mundo, pero si eres una persona con niveles bajos de hierro, el efecto del café en la absorción de nutrientes es algo con lo que deberás de tener cuidado.

“Café” no es SÓLO café

Estarás de acuerdo conmigo en que hay unas cuantas de nosotras para quienes una taza de café consiste en SÓLO eso, en café. Para la mayoría, esta taza de café también incluye una ración generosa de leche y quizás incluso una cucharadita de azúcar. Entonces ya no es sólo “café” sino “café con…” Sé lo que estás pensando, la leche es buena para nosotras, ¿no es así?

Si bien la leche proporciona a nuestro cuerpo nutrientes importantes como calcio y proteínas, también contiene una pequeña cantidad de grasas saturadas. Dado que las grasas brindan al cuerpo bastante energía (9 calorías por gramo), si estás tomando varias tazas de café al día, esto puede tener un gran impacto en el número de calorías que consumes.

Y si a ello le agregas la cucharadita de azúcar con cada café que tomas, esto puede ir acumulándose rápidamente. No soy fan de contar calorías, pero si estás intentando mantener un estilo de vida saludable y lograr ciertos objetivos de fitness y salud, esto es algo que deberás tener en cuenta. También puedes sustituirlo por una taza de café más sana, con leche desnatada y sacarina. Es solo que seas consciente de lo que consumes.

Como en todo, el café es algo que puede ser benéfico cuando se consume en cantidades apropiadas. Sin embargo, si dependes del café (o de varios de ellos) para funcionar, sería conveniente revisar otros aspectos de tu estilo de vida que pueden causar que sientas la necesidad de tomarlo.

Recuerda escuchar a tu cuerpo y siempre haz lo que sientas que es adecuado para ti. Sé lo fácil que es caer en la tentación si un compañero de trabajo te ofrece una taza de café o que lo pidas inconscientemente junto con el desayuno, “simplemente porque es lo que tomo siempre”. Trata de no sobrepasarte. Si te sientes cansada o adormilada constantemente, intenta dormir más y seguir una dieta más sana y equilibrada.

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