Productos estacionales
LIFESTYLE

5 razones para comer productos estacionales.

¿Fresas en invierno y coles de Bruselas en verano? En el supermercado solemos olvidarnos de que existen las estaciones. Es un paraíso para el quisquilloso que quiere comer pimientos en otoño, invierno y verano y no sabe nada sobre los alimentos que imperan en cada momento del año. ¿Quieres tener más en cuenta las estaciones? Te traemos cinco razones que te convencerán a optar por una dieta basada en productos de temporada.

1. Comerás más variado.

Al alimentarte solo de productos de temporada, te verás obligada a mirar más allá de tu cesta de la compra. No podrás decantarte siempre por esa judía verde fácil o el brócoli versátil, sino que tendrás que buscar variaciones.

Un patrón de dieta a prueba de temporada te sacará de su zona de confort a la hora de cocinar, fomentando tu creatividad en la cocina y una mayor variedad de platos. Y si coincide que tus frutas o verduras favoritas son de temporada, pues las disfrutarlas más por no estarlas comiendo todo el año.

2. Tu comida será de mejor calidad.

Comer alimentos con más por menos dinero es una de las razones para que muchas personas solo compren tomates en temporada. Esta bomba de vitaminas tiene que viajar menos tiempo, lo que beneficia el sabor.

Y los tomates del agricultor a la vuelta de la esquina tienen tiempo suficiente para crecer, madurar y disfrutar. Como resultado, también contienen más vitaminas y es más saludable.

3. Ahorrarás dinero

Otra buena razón para comprar frutas y verduras de temporada: te ahorrará mucho dinero. Si te acercas a la sección de frutas y verduras, solo presta atención al precio, verás que los productos de temporada son más baratos. El productor no tiene que usar un invernadero, suplementos o fertilizantes adicionales en esta época del año para cultivar frutas y verduras, ni éstas tienen que volar desde otro país con un clima tropical, lo cual supone otro coste añadido.

La Madre Naturaleza hace todo el trabajo y, con un poco de suerte, asegura una cosecha gigantesca. Es por eso que puedes comprarla en el supermercado por casi nada.

4. Te sentirás más conectado con la temporada.

En invierno, nuestro cuerpo requiere alimentos diferentes que en verano. Por ejemplo, muchas personas anhelan alimentos calientes y nutritivos, como la avena o las sopas en invierno, y alimentos fríos y ligeros, como ensaladas y batidos, en verano. Las verduras, frutas, hierbas y especias que se adaptan a la temporada encajan perfectamente con esto.

En invierno puedes preparar un guiso con coliflor y en verano un batido con arándanos. Por lo tanto, los alimentos de temporada se conectan con lo que tu cuerpo necesita en ese momento y automáticamente garantizan una mayor conexión con la temporada. Porque lo que ves crecer estará en tu plato un poco más tarde.

5. Piensas en el medio ambiente.

Al comprar frutas y verduras locales, ayudas a reducir las emisiones de CO2, porque lo que está en tu plato, apenas tuvo que viajar. También Se ahorra una enorme factura de energía si no necesitas un invernadero con luz artificial y ni otras intervenciones artificiales para promover el crecimiento de las frutas y las verduras.

¡Esperamos haberte convencido, y sobre todo, buen provecho!

 

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