
6 consejos para que tus duchas sean ecológicas
Todos disfrutamos de largas y cálidas duchas. Bueno, todos … No el medio ambiente. Mientras nos relajamos bajo esos finos y cálidos chorros, estamos desperdiciando mucha agua.
Además, se necesita mucha energía para calentar el agua. Por tanto es necesario tratar de poner de nuestra parte y ahorrar en esos pequeños actos cotidianos, porque muchos pequeños pasos pueden llegar a tener un efecto importante en el calentamiento global. Te damos consejos para que tus duchas sean un poquito más cortas y más ecológicas.
Las duchas más cortas tienen un gran efecto
Tiene sentido que se pierda mucha agua por el desagüe después de una larga ducha. Tomar una ducha más larga automáticamente significa más desperdicio de agua. Sin embargo hay otra razón importante para darse duchas más cortas: ahorrar energía. Las calderas que calientan el agua funcionan con gas y emiten CO2 al calentarse.
Una persona promedio puede generar unos 200 kilos de CO2 cada año al ducharse. Reducir en solo cinco minutos la duración de la ducha puede sin duda suponer un gran efecto y ahorrar la friolera de 90 kilos de CO2 por persona, casi el 50%! Imaginaos si todos nos pusiéramos de acuerdo…
6 consejos para una ducha ecológica
1. Mide cuánto tiempo has estado en la ducha
Puedes estar en la ducha durante quince minutos al día sin casi darte cuenta. Mídelo con un cronómetro. Cinco minutos es realmente más que suficiente para limpiarse.
También hay relojes de arena especiales a la venta para ponerlos en la ducha. O haz una breve lista de reproducción con canciones que duren exactamente cinco minutos, así sabrás cuánto te va quedando para salir de la ducha.
2. Haz tu propia ducha al aire libre.
Si tienes un patio donde tus vecinos no puedan verte, vale la pena colocar una ducha al aire libre. Pero no, no es una ducha de lujo como las que vemos en numerosos hoteles en paises tropicales, sino una bolsa que se cuelga, se llena de agua y se deja que se caliente por el sol.
También puede hacerla tu misma llenando una bolsa con agua y haciendo algunos agujeros con un tenedor o bien usar directamente una regadera.
1. Reutiliza el agua.
Lleva un tiempo acostumbrarse, pero sin duda es muy ecológico. Puedes usar el agua que recolectas durante la ducha para regar las plantas o para usar en el inodoro, siempre y cuando no haya demasiado gel de ducha o restos de champú en el agua.
6. Calienta menos el agua.
¿Tienes miedo al agua fría? Esperemos que no, porque un grifo de agua fría consume menos energía que un chorro de ducha caliente. Pero no es lo que estás pensando.
Si el consejo es ducharte con agua fría para ahorrar energía no tendrá éxito. Pero si te das una ducha más corta y más fría para calentar la menor cantidad posible de litros de agua. Ahí hasta donde puedas aguantar.
7. Elije una alcachofa de ducha que ahorre agua.
No es lo mismo que una ducha convencional, pero con una alcachofa de ducha que ahorre agua, sin duda, gastarás menos. Este cabezal de ducha permite un máximo de siete litros por minuto mientras que la mayoría de los cabezales de ducha dejan pasar unos diez litros por minuto. No solo es mejor para el medio ambiente, sino que con una familia de cuatro puede llegar a ahorrar unos 82 euros al año.
8. Dúchate como en la marina.
En la marina, a veces se les ordena que se duchen durante menos de dos minutos cuando el agua es escasa. Hacen esto de la siguiente manera: primero están en la ducha durante treinta segundos, luego cierran el grifo para lavarse el jabón. El grifo se abre nuevamente brevemente para enjuagar. Más rápido es casi imposible.

