
Propósitos de año nuevo ¿Sirven para algo?
Cuando un año termina todos tenemos un sin fin de buenas intenciones para dar la bienvenida al nuevo año que comienza. ¿Dejar de fumar? ¿Hacer ejercicio con más frecuencia? ¿Comer mas sano? De hecho hay una serie de buenas intenciones que suelen regresar cada año.
Aquí cabe hacerse una pregunta ¿Llegarás a febrero tan entusiasmada con estas buenas intenciones como lo estás ahora? Seguramente no. Entonces, ¿por qué seguimos haciendo listas de objetivos y buenas intenciones todos los años? ¿Y por qué siempre el 1 de enero? ¿Sirve todo esto para algo? Sigue leyendo si quieres respuestas a estas preguntas.
Buenas intenciones a principios de año.
Nuevo año, nuevo yo. Una declaración típica de personas que comienzan el año cargados con buenas intenciones. Pero ¿Es posible que de repente una persona consiga cambiar en un día? Mucho me temo que no. Es precisamente por eso por lo que muchas de las buenas intenciones no suelen duran mucho.
¿Por qué acumular todos nuestros deseos de cambio durante todo el año y esperar hasta el 1 de enero para dar el paso de mejorar tu vida? Si realmente quieres cambiar tu vida simplemente comienza de inmediato. No esperes al 1 de enero.
Pequeñas metas para grandes objetivos.
Esto no quiere decir que las buenas intenciones sean malas por naturaleza. Puede ser muy esclarecedor ver todas las cosas que quieres cambiar de tu vida en una lista. Un buen consejo es no intentar dar pasos gigantes a la hora de buscar cambios. Es bueno tener un objetivo final a la vista pero siempre teniendo en cuenta que tomará un tiempo conseguirlo.
Por ejemplo, ¿Quieres hacer deporte pero nunca lo has hecho antes? ¿Quieres un cuerpo escultural en unos pocos meses cuando llevas años tumbado en el sofá? No funcionará. Lo ideal es ir estableciendo pequeñas metas fácilmente alcanzables para irte motivando, y poco a poco a bases de alcanzar metas, ir modificando tus rutinas.
Por ejemplo establecer metas como haber comprado ropa de deporte para la semana que viene, haberme apuntado al gimnasio para el mes que viene, haber empezado a hacer deporte para tal día…A partir de aquí tratar de irte superando.
¿Tus buenas intenciones realmente sirven para algo?
Pues depende. Las buenas intenciones solo son buenas si te hacen feliz a ti. ¿Te hace feliz que tu vida cambie de forma radical a partir del 1 de enero? ¿O te hace más feliz plantearte intenciones que sabes que son realmente factibles?
Es precisamente por eso por lo que es importante elaborar planes más pequeños. Verás que serás mucho más feliz así. También es importante no ser demasiado estricto contigo mismo. ¿No funciona por un tiempo? ¡No hay problema! Date algo de tiempo para ti misma. Regálate una lujosa manicura o disfruta de un buen día de bienestar en casa. Solo entonces puedes profundizar en tus buenas intenciones. Esto es una carrera a largo plazo, no lo olvides!

