PERDER PESO,  SALUD

¿Por qué ganamos más peso en invierno?

Con la caída del calor y nuestra rendición ante la pereza del frió invernal, muchas personas comienzan a quejarse por el mismo problema: ¡Siempre cojo kilos en invierno! La pregunta es ¿Cómo podemos evitarlo?

A medida que se acercan los meses de invierno, podemos comenzar a sentirnos más cansados ​​e infelices. Los días se vuelven negros y  fríos,  cae antes la noche, se acaban las actividades al aire libre, y dejamos nuestra agradable ropa de verano por abrigos, botas y jerseys de lana. Esto inevitablemente afecta a nuestro estado de ánimo, a nuestras ganas de hacer cosas y nos hace pasar más tiempo en casa.

Para algunos de nosotros, coger algunos kilos en este momento del año se ha convertido ya casi en una costumbre. Sin embargo, el delito de este aumento de peso, que viene con el cambio estacional, no debe atribuirse solo al frío. No sería correcto culpar a la bajada del calor con el aumento de tu barriga. Es posible que influya, pero la realidad es que está en tus manos evitarlo.

Al contrario de lo que pueda pensar, el frío puede ayudarte a perder peso

Una investigación muestra que nuestro cuerpo usa una cantidad significativa de energía a través de un proceso llamado termogénesis (generación de calor) para que podamos mantenernos calientes cuando tenemos frío.

Y gracias a esto, el cuerpo tiende a quemar más grasa. Un estudio publicado en la revista «Trends in Endocrinology & Metabolism» sugiere que los ambientes más frios estimulan el tejido adiposo marrón, que es el que utiliza el cuerpo para quemar el tejido adiposo blanco normal y generar calor. Por tanto es un época muy propicia para la quema de grasa.

Las excusas que nos ponemos para evitar salir cuando hace frío

Cuando el clima es oscuro y frío, dejamos de salir a pasear o a hacer rutas como hacíamos en verano. Incluso ir al gimnasio se convierte en una carga («uff que pereza, con el frió que hace ¿Te suena?). El frió nos incomoda y hace que tendamos a refugiarnos en el hogar buscando ese calor perdido y evitando movernos mucho para no perder ese calor. Esto hace que bajes mucho tu nivel de actividad y tu cuerpo comience a quemar menos calorías de lo que está acostumbrado a hacer a diario.

En estas situaciones, si te preocupa salir, puedes buscar formas de hacer ejercicio en casa. Es el momento de tirar de videos de youtube con ejercicios para poder hacer desde casa. ¿No tienes aparatos? Siempre puedes usar botellas de agua en lugar de mancuernas o cualquier peso que tengamos por la casa. Solo se trata de ser un poco creativos!

Nos aburrimos en casa y el aburrimiento nos empuja a la nevera.

En lugar de salir en invierno, preferimos quedarnos en casa viendo la televisión o navegando por Internet. Pero a medida que pasamos tiempo encerrados la casa, comenzamos a picar entre horas, aunque no tengamos mucha hambre.

Esta es una vía garantizada para ganar peso, dado que además, solemos recurrir a alimentos que nos dan altas dosis de felicidad ricos en carbohidratos como bollería, pasta, pizza, tartas o chocolates calientes que nos arregle el cuerpo y nos de calor. Esta felicidad es psicológica. dado que suelen estar profundamente conectados con nuestra alegre cultura alimentaria y recuerdos de la infancia, además de la gran cantidad de sales y azucares que llevan.

Una buena opción es sustituir ese chocolate caliente por una taza, también caliente, de té de hierbas o meditar. y es que en épocas de frio, aunque no lo parezca, existen otras formas de relajarse más allá de la comida, solo hace falta algo de creatividad. Al ser épocas muy familiares puedes aprovechar para jugar a juegos de mesa con tu familia o leer esos libros que llevan meses en tu estantería cogiendo polvo.

El cambio en la luz del día puede aumentar el deseo de comer.

El cambio en la luz del día puede alterar nuestros patrones de sueño y, como resultado de nuestro insomnio, se produce una alteración de las hormonas que regulan el apetito y el deseo de comer.

Mi consejo es que procures acostarte a la misma hora y levantarte a la misma hora. Esto ayudará a su cuerpo a alcanzar su ritmo diario normal, que es responsable de controlar tu apetito.

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